Como vimos en nuestras publicaciones anteriores la publicidad suele incluir temas llamativos, polémicos y sobre todo provocativos. En estos casos la religión es incluida como un recurso más para generar discusiones, armar debate y principalmente para vender un producto.
El siguiente aviso corresponde a la famosísima marca de papas fritas Pringles. Para el nuevo lanzamiento de su línea Light, la agencia Grey decidió incluir a la iglesia utilizando una excelente metáfora. Simulando ser una hostia, la papa frita intenta de librar de toda culpa a la modelo que la consume, ya que contiene menos calorías que las tradicionales. Con el lema "Less fat. Less guilt." (Menos grasa. Menos culpa), esta agencia chilena logró que la gente identifique el producto fácilmente y rápido.
Otro claro ejemplo del uso de la religión es avisos comerciales son los tres anuncios que Renault realizó para Argentina para presentar el nuevo modelo de autos Clio2 en el 2002. La campaña fue realizada por la agencia Argulla&Baccetti.
En cada comercial se usó a un personaje bíblico distinto María Magdalena, Lázaro y Pilatos. Según el sitio web publipolemizando (http://publipolemizando.wordpress.com/) “Entre estas voces disidentes se encuentra la de la Fundación Argentina del Mañana que, además de demandar la cancelación, manifestó sobre dicha campaña que es “una burda mezcla de lo sagrado y lo mercantil”. A su vez, monseñor José Maria Arancedo, obispo de Mar de Plata y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, también ha criticado el uso de las imágenes de Jesús con fines comerciales”. Pero “según un documento vaticano del año 1977 sobre Ética Publicitaria, La Iglesia permite el uso de imágenes y temas religiosos para campañas publicitarias mientras sea “con buen gusto y de modo aceptable”, de manera que se ha permitido la continuidad de esta campaña sin peligro de cancelación.”
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